sábado, 8 de octubre de 2016

Análisis de la división sexual del trabajo en la enseñanza preescolar (I)


Este trabajo se realizó para la asignatura de Gestión y Administración Educativa de 4º curso de Pedagogía en junio de 1991. Lo he rescatado después de 25 años porque  creo que resultaría interesante tener una visión de la  situación en aquel momento y reflexionar sobre si han habido realmente cambios  con relación al momento actual.

                                                      

 

Análisis de la división sexual del trabajo en la enseñanza preescolar.

José Solórzano Sánchez.

 

Introdución.

        El motivo fundamental que explica la elección de este tema para la realización de un trabajo en la asignatura de Gestión y Organización Educativa, es el interés que me ha producido desde hace ya algún tiempo la presencia considerable de mujeres en el colectivo del profesorado de preescolar.

        En líneas generales, la realización del presente estudio intentaría conseguir dos objetivos; el primero de los cuales podría desglosarse en otros más específicos, y que a continuación se detallan:

1.Llevar a cabo una aproximación a la situación actual de la enseñanza preescolar, desde la perspectiva de la distribución por sexo del profesorado.

a)Contrastar si es real la percepción personal de que existe un predominio numérico de las mujeres en la enseñanza preescolar.

b)Conocer si es un fenómeno concreto que se circunscribe a la realidad más próxima, o bien tiene un carácter generalizado, tanto en el ámbito  nacional como internacional.

c)Averiguar si la situación actual es fruto de un proceso relativamente reciente, o bien se originó desde hace ya tiempo.

d)Conocer si este fenómeno guarda relación con la situación que pueda existir en otros niveles educativos, al menos en los más inmediatos, como puede ser el caso de la E.G.B.

2.Abordar la interpretación o interpretaciones que puedan explicar el fenómeno que estudiamos, intentando relacionarlas con el temario de la asignatura.

Ambos objetivos se trabajarán en dos capítulos diferentes. En el primero, llevaremos a cabo una caracterización de la situación actual en la enseñanza preescolar, tomando como eje central de la misma la distribución por sexos del profesorado. Con la mencionada caracterización, lo único que pretendemos es reflejar una situación concreta.

En el segundo capítulo de nuestro trabajo, por el contrario, en base a los datos obtenidos y en relación con la materia que se ha trabajado durante el curso, intentaremos presentar algunas interpretaciones acerca del fenómeno que analizamos.

Por último, convendría aclarar que este estudio se fundamenta en la información bibliográfica que se relaciona al final del mismo y en unas modestas aportaciones personales.

1.El profesorado en la enseñanza preescolar. Análisis de la distribución por sexos.

        Un aspecto  a tener en cuenta antes de abordar cualquier estudio sobre este nivel educativo sería el precisar claramente a qué nos estamos refiriendo cuando hablamos de enseñanza preescolar, porque el uso impreciso de tal concepto puede llevar a múltiples confusiones, especialmente en los datos que proporcionan las estadísticas.

        Entendemos por enseñanza preescolar aquel nivel educativo que precede a la escolarización obligatoria. En España, la L.G.E (1) estableció dicho nivel como voluntario, constando de cuatro años y dividido en dos etapas:

        -jardín de infancia (para niños de dos y tres años).

        -parvulario (para niños de cuatro y cinco años).

        Cuando hablemos de enseñanza preescolar nos referiremos estrictamente a la etapa de parvulario, que es en concreto a la que alude la mayor parte de la información que se ha consultado.

        Una vez planteada esta aclaración previa, pasaremos a caracterizar la distribución por sexos entre el profesorado de este nivel educativo.

(1)En la actualidad continúa en vigor la estructuración del sistema educativo que se hizo con la L.G.E. (1970). La L.O.D.E. (1985) mantiene en pie la estructura general de la anterior, solo se actualizan y reforman sus fines, para adaptarlos a las orientaciones que emanan de la Constitución. La L.O.G.S.E. (1990) se encuentra en fase de implantación.

1.1.El profesorado de preescolar: un colectivo mayoritariamente femenino.

      La información que nos proporciona el C.E.D.O.C. (centro de Estadística y Documentación de canarias) (2) es bastante elocuente en el sentido que corrobora nuestra apreciación de una presencia abrumadora de las mujeres en el profesorado de las Islas dentro de este nivel educativo. Si bien los datos más recientes corresponden al curso escolar 1983-1984, y aventurándonos a pensar que la situación no ha debido cambiar sensiblemente en los últimos años (3), parece evidente que un porcentaje del 92,3% de mujeres en la enseñanza preescolar para el conjunto de la Comunidad (4) está confirmando de manera clara la percepción a la que aludimos anteriormente, y que se refería a la intensa feminización de este nivel educativo.

(2)C.E.D.O.C. 1987. Tomo I.  pág. 410.

(3)En este sentido hemos analizado las  Resoluciones  Definitivas de los Concursos de Traslados de Párvulos correspondientes a los años 1985, 1986, 1987, que aparecen en el BOCA, para el ámbito de la Comunidad, y observamos que la proporción entre profesores y profesoras se mantiene en unos niveles similares a los ya señalados: 91,4% de mujeres en 1985, 93,3% en 1986, y 94% en 1987. A pesar de que esta información no sea de especial relevancia, al menos parece indicar que la tendencia no es precisamente de fuertes modificaciones.

(4)Incluye el sector público y el privado.

1.2.La feminización en el colectivo de profesores de preescolar reviste en la actualidad un carácter generalizado.

        Paralelamente y en base a la estadística del C.E.D.O.C (5), podemos comprobar como el fenómeno no se circunscribe exclusivamente a nuestra realidad más próxima, sino que también puede hacerse extensible al conjunto del Estado, incluso en este caso, el porcentaje de profesoras es más elevado: 95,5%.

        Por último, una ligera aproximación a la situación en algunos países de la O.C.D.E. (6) nos lleva a concluir que en realidad estamos analizando un fenómeno bastante generalizado: la proporción de profesoras en el preescolar ascendía en el curso 1984-85 al 99,4% en Bélgica y Países Bajos, 95% en Italia, 92,2 en la R.F. de Alemania, etc.

(5)Ibidem.

(6)MINISTERIO DE CULTURA/INSTITUTO DE LA MUJER, 1988, pág. 44.

1.3.El proceso de feminización en la enseñanza preescolar en España tiene su origen en la segunda mitad del siglo XIX.

        El tradicional abandono al que se ha visto sometida la enseñanza preescolar por parte de las instituciones, como lo demuestra el hecho de que en la actualidad todavía no se haya conseguido la obligatoriedad para este nivel educativo, determina, entre otras razones,  que no abunden los datos referentes a la misma, o al menos que no nos sean accesibles aquellos que permitan precisar su evolución a lo largo de un dilatado espacio de tiempo. Con todo, podemos aportar algunos indicadores de que la feminización del profesorado de preescolar no es un fenómeno reciente.

        En 1882, el Ministerio de Instrucción Pública determinó que las escuelas de párvulos fuesen dirigidas exclusivamente por maestras (7); en ese mismo año fue derogada tal disposición y restablecida seis años más tarde (8). Ya a comienzos del siglo actual, casi el ochenta por ciento de las escuelas de párvulos que existían en el país estaban a cargo de maestras (9).

        No disponemos de datos concretos que nos permitan seguir la evolución desde comienzos de siglo hasta la actualidad, sin embargo, cabría pensar que la situación no debió experimentar cambios notables, por cuanto  durante la etapa franquista se dictaron una serie de normas que necesariamente debieron determinar una presencia  no ya mayoritaria, sino absoluta, de las mujeres en la enseñanza preescolar: tanto la Provisión de Escuelas Primarias de 1938, como la Ley de Enseñanza Primaria de 1945, o las correspondientes a diciembre de 1955 y 1965, prescribían que las escuelas de párvulos deberían ser siempre regentadas por mujeres (10).

(7)GABRIEL, Narciso de, 1990, pág. 439.

(8)GABRIEL, Narciso de, 1990, pág. 440.

(9) GABRIEL, Narciso de, 1990, pág. 440.

(10)FLECHA GARCÍA, C., 1989, p.p. 81, 84, 85, 86.

1.4.El sistema educativo en la actualidad constituye un sector con claro predominio numérico de las mujeres.

        La distribución por sexos en los distintos niveles educativos, tal como se observa en el cuadro adjunto, permiten extraer una serie de características que en cierto modo posibilitarían relacionar la situación que presentábamos anteriormente en el caso de preescolar, con la del resto de los niveles educativos.

 

Porcentaje de mujeres entre los docentes por niveles educativos. Curso 1983-1984.

NIVELES
CANARIAS
(%)
ESPAÑA
(%)
Preescolar.
92,3
95,4
E.G.B.
63,0
61,3
Educ. Especial
77,3
73,6
E.P. Adultos.
38,2
43,7
BUP-COU
50,5
47,9
F. Profesional.
31,9
32,0
Escuelas Universitarias (*)
 
32,7
 
31,5
Facultades  y Colegios
Universitarios(*)
 
23,7
 
24,7
Escuelas Técnicas
Superiores(*)
 
7,0
 
9,4
TOTAL
56,0
54,8
Preescolar
92,3
95,4
Primaria
62,7
61,3
Secundaria
43,3
41,7
Superior (*)
25,1
25,0
TOTAL
56,0
54,8

C.E.D.O.C. (1987). Estadísticas básicas de Canarias (1980-1985).

(*) Curso 1984-1985.

 

         Vamos a limitarnos a señalar algunos aspectos que puedan desprenderse de la simple observación del citado cuadro, complementados con la explicación que nos pueda parecer adecuada, pero sin pretender que sea concluyente, dado que será precisamente en la segunda parte del trabajo, tal como señalamos anteriormente, cuando abordaremos la posible interpretación del fenómeno en estudio.

        a)Existen grandes similitudes entre los valores medios de la Comunidad y los del Estado, sin grandes discrepancias, lo cual otorga cierto grado de fiabilidad a esta caracterización.

        b)Las mujeres constituyen en la actualidad más de la mitad de los docentes en el sistema educativo, porcentaje muy elevado de feminización en relación tanto a la generalidad de la población activa, como al de otras ocupaciones que requieren titulaciones universitarias (medicina, derecho, profesiones técnicas, etc.).

        c)Se observa una distribución desigual del profesorado femenino entre los distintos niveles. Por una parte, éste disminuye paulatinamente a medida que ascendemos en nivel. De otra, disminuye conforme aumenta la edad media de los alumnos. En este caso la excepción la constituye la Educación de Adultos (lo cual se relacionaría más bien con situaciones de prestigio que con la edad del alumnado) (11).

        d)Esta desigual distribución refleja la persistencia de aspectos discriminatorios que impiden el acceso de la mujer a los niveles de mayor titulación y prestigio.

        e)Las mujeres en general, parece que se ubican en aquellos niveles del sistema educativo de menor prestigio y nivel salarial, en clara contraposición a la situación de los hombres. (12).

        f)Incluso dentro de cada nivel se produce esta distinción entre sexos, así, en la E.G.B. (curso 1985-1986) para el conjunto del país y con un promedio de mujeres del 62,9%, se distribuyen de la siguiente manera según los ciclos: 80% en el inicial, 65,8% en el medio y 46,1% en la segunda etapa (13), precisamente en el nivel más elevado de la enseñanza obligatoria y donde se exige más especialización y énfasis académico.

g)Por último, resulta característica la escasa presencia de mujeres en los niveles educativos de carácter más técnico, apenas la tercera parte del porcentaje alcanzado en otros niveles de la enseñanza superior (escuelas universitarias, facultades, etc.). Resulta sintomático el hecho de que en estas escuelas técnicas se forman gran parte de los sujetos que se sitúan en la cima de la pirámide ocupacional (las de mayor prestigio y nivel de ingreso).

 (11)Obsérvese que la proporción de profesorado femenino en la Educación Especial es el más elevado después del preescolar, con el que comparte aspectos de desprestigio y escasa consideración.

(12)SUBIRATS, Marina, 1988, p.p.32, 33.

(13) MINISTERIO DE CULTURA/INSTITUTO DE LA MUJER, 1988, pág. 60.

©José Solórzano Sánchez.

 

 

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